En la Biblioteca, los que vienen a plegar papel muchas veces
lo hacen para aislarse. O para quedarse
en silencio en medio del patio ruidoso.
Una de las reglas que tenemos es que hay que compartir lo
que aprendimos. Si aprendieron a hacer
algún plegado solos o con ayuda, luego cuando alguien más quiere hacerlos, hay
que ayudar y explicar. Hay que compartir
saberes, papeles y, claro, charlas y amistad.
El otro día, una maestra mandó en el recreo a varios peques
que suelen ser muy inquietos y terminan peleando muy seguido. Entonces corté “papeles musicales”, que son
fotocopias en desuso de partituras. Y en
un ratito, plegaron los veinticuatro barquitos.
Algunos lo sabían, otros aprendieron ahí mismo.
No quedó demasiado prolijo este “kusudama”, pero es un lindo
comienzo para hace cosas en grupo y ver pronto los resultados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario