La puerta a los grandes clásicos para mí, fueron las versiones en historieta, o novela gráfica que venían por fascículos en colores. Las publicaba Bruguera. Las compraba apenas salían con mis ahorros y las leía tan rápido que las volvía a leer para que me duraran más… Luego las pude encuadernar.
Pero más tarde, los verdaderos libros gordos y sin dibujos pude leerlos sin problema. Y elegir cuál era necesario leer en su versión completa. La historia la sabía, el argumento era conocido, los personajes tenían caras (las que estaban dibujadas), así que me parecía reencontrarlos a cada paso.
Hay ahora unas nuevas novelas gráficas con la estética actual, más coloridas, con menos texto y más imagen que las otras. Tal vez más resumidas, pero atrapantes para los lectores de escuela primaria las colecciones de Latinbooks Ojalá quienes las lean ahora hagan su entrada a la literatura para encontrar a Verne, a Stevenson, a Dumas y a todos los otros grandes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario